Para ser invulnerable, hay que suprimir los sentimientos y las emociones, pero el precio es demasiado alto. Y el precio que hay que pagar es mucho más alto de lo que todos creen... el precio final de ser invulnerable, frío, calculador, carente de sentimientos es vivir en las "profundidades del averno"
martes, 17 de abril de 2012
Joseph Addison
Los apetitos más violentos de toda criatura son la lujuria y el hambre;La primera es el impulso perpetuo por continuar la especie,y la segunda el impulso por sobrevivir.
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